Para asegurarse de que recibe la mejor tarifa posible, es útil comprender cómo las aseguradoras
calculan estas primas. En primer lugar, las aseguradoras clasificarán a las personas en cuatro categorías principales:
- Preferido
- Estándar
- Subestándar
- No asegurable
Una persona que tiene una enfermedad semi-seria como diabetes o enfermedad cardíaca puede tener seguro, pero pagará una
prima más alta.
Las personas con una enfermedad crónica serán clasificadas en la categoría subestándar. Alguien con una enfermedad
terminal será considerado no asegurable.
Las personas con trabajos o pasatiempos de alto riesgo también se considerarán subestándar.
Las primas que se le cobran se correlacionarán con la categoría en la que se encuentre. Dado que la categorización no es
una ciencia exacta, una compañía puede clasificarlo en una categoría diferente a otra, cambiando drásticamente los precios
de sus primas.
Una vez que una compañía le aprueba la cobertura, no puede negarle la cobertura por ningún motivo a menos que deje de pagar.